miércoles, julio 31, 2013

Vall Llach y la defensa del territorio de Porrera

BY El rincón del paladar IN , , , , , No comments


Teníamos unos días libres a finales de julio y decidimos aprovecharlos para visitar una de las zonas vitivinícolas que más nos gustan, el Priorat. Preparados con ropa fresca y unos sombreros para protegernos del sol, llegamos el sábado por la mañana al pueblo de Porrera para realizar la visita al celler Vall Llach.

Justo cuando sonaban las campanadas de las once de la mañana en la iglesia del pueblo, Albert Costa abrió la puerta del celler para darnos la bienvenida. Después de hacer una breve introducción, le acompañamos en un trayecto muy corto por el pueblo hasta la plaça Catalunya. Ahí tienen una casa antigua que han convertido en la zona de vinificación.

Durante cerca de hora y media Albert nos explicó el origen de la bodega (mediados de los años 90) y la filosofía de los dos fundadores que fueron su padre, Enric Costa, y el cantautor Lluis Llach. Uno de los objetivos principales desde el principio fue integrarse en el pueblo de Porrera, fomentando la economía de la zona a través del pago de un mejor precio por la uva que hasta el momento se daba a los productores locales.

Trabajan con cinco variedades de uva que son syrah, merlot, cabernet sauvignon y sobre todo, garnacha y cariñena. En todos los procesos existentes desde la viña hasta el embotellado aplican los principios de la agricultura biodinámica. Trabajan con mesa de selección y utilizan levaduras 100% naturales para realizar la fermentación, hecho que conlleva un riesgo importante porque son menos seguras a la hora de completar el proceso. El trasiego del vino a las barricas se realiza teniendo en cuenta el calendario lunar. Posteriormente, éstas se trasladan de la casa donde se vinifica a la casa donde empezamos la visita, que están separadas por unos 300mts y con un puente de por medio.

Debido a la estrechez y altura de la casa donde reposan las barricas, han ubicado en diferentes plantas los vinos que elaboran, que son los siguientes:
- Embruix: es el vino tinto más joven ensamblado a partir de las variedades descritas anteriormente.
- Idus: está elaborado en su totalidad por uva adquirida a los payeses del pueblo y sus tinas se ubican en la zona de la casa conocida como “Capilla”, porque era donde se veneraba antiguamente a la Virgen.
- Porrera: tiene la calificación de “Vi de Vila”, una mención que otorga la Denominación de Origen DOQ Priorat a los vinos elaborados por bodegas que estén en el municipio y que el cupaje sea principalmente de variedades autóctonas.
- Vall Llach: ha recibido la calificación de “Vino de finca calificada”, la máxima distinción que se puede otorgar a un vino en Catalunya. Está elaborado con cariñena de la finca centenaria Mas de la Rosa.
- Aigua de llum: es el único blanco y se dedicó al poeta Miquel Martí i Pol por su íntima relación con la bodega.
  
Antes de pasar a hacer una cata poco habitual, Albert nos llevó hasta la sala Miquel Martí i Pol. En ella reposan las barricas del vino blanco que se le dedicó y se pueden ver objetos personales del poeta así como toda su obra literaria y una carta dirigida a su íntimo amigo Lluis Llach.

En lugar de probar todos o alguno de los vinos que tienen en el mercado (algo que nos extrañó a varios de los asistentes), catamos directamente de la barrica las variedades de uva garnacha de viña vieja y cariñena de viña vieja que usarán para hacer el cupaje de sus vinos. Finalizamos con un vino dulce que están estudiando lanzar en los próximos años y que promete bastante.

Es una visita que vale la pena hacer por la pasión, entrega y tiempo que dedica Albert, por la defensa del territorio que hace así como por lo bien que se explica (aunque eso no quiere decir que compartamos algunas opiniones que tiene de otras bodegas). El precio de la entrada son 10€ pero si compras algo en la tienda la visita es gratis.

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