Hace varias semanas asistimos a uno de los
fantásticos maridajes de vinos y quesos que organiza la tienda Xerigots de
Vilafranca del Penedès. En esa ocasión la bodega invitada era Masia de la Roqua,
ubicada en la provincia de Barcelona en la comarca del Garraf. Y nos gustó
tanto la explicación que realizó el joven propietario de la bodega, Jot Camps,
así como la personalidad de sus vinos que decidimos unos días más tarde visitar
su bodega junto con nuestros amigos Edu y Trini.
Masia de la Roqua es una bodega que está ubicada en
el interior de una “masía”, una casa de campo típica catalana, que cuenta con
cientos de años de historia. La familia de Jot tiene constancia de la
existencia de la masía ya en el año 1100 y de elaboración de vino sobre el año
1500. ¡Casi nada! En los años 70, la familia decidió abandonar la actividad elaboradora
y vender toda la uva a otros elaboradores de la zona. Y así continuó hasta que
en el año 2012 Jot Camps decidió empezar con su proyecto personal. De momento,
produce unas 2.000 botellas entre sus tres vinos y empleando únicamente el uno
por ciento de uva de sus viñas.
Jot es un joven de apenas 30 años que tras estudiar
Ingeniería agrícola, Ingeniería agrónoma y Enología partió hasta Burdeos y
Borgoña para poner en práctica lo estudiado y conocer de primera mano sus
técnicas y procesos de vinificación. Tanto en la visita a Masia de la Roqua como
en la tienda Xerigots percibimos que es un chico con personalidad y que, a
pesar de su juventud, tiene las ideas muy claras. Claro ejemplo es la anécdota
que explicó remontándose a unos 15 años
atrás, cuando en una vendimia su padre le instó arrancar la viña que tenían de
sumoll porque era vieja, de baja producción y pagaban muy poco por esa uva. Al
final Jot le convenció para que la mantuviera porque intuyó que algún día se
podría hacer vino de esa variedad. Y efectivamente, así ha sido.
Empezamos recorriendo en un 4x4 una parte de las 30
hectáreas que poseen de viña de amplias variedades: xarel·lo, muscat grano
pequeño y grano grande, macabeu, parellada, malvasía de Sitges, cabernet
sauvignon, garnacha negra, marselán, tempranillo y sumoll. Estos terrenos están
rodeados de bosque y también de “Margalló”, una planta protegida muy típica del
Garraf. El terreno es bastante calcáreo y la roca madre está bastante cerca de
la superficie, a pesar de estar únicamente a unos 200 metros sobre el nivel del
mar. Es una zona con un clima más seco y caluroso que Vilafranca del Penedès y
Vilanova i la Geltrú, por lo que la viña suele brotar más tarde y retrasa, por
lo tanto, la época de vendimia. Por la tarde corre la brisa del mar
mediterráneo que está a muy pocos quilómetros en línea recta. El trabajo en la
viña lo considera muy muy importante y acostumbra a dejar las hojas para que
cada una de las cepas haga su propia selección. Su objetivo es realizar el mínimo
trabajo posible en la bodega para que el vino salga con la máxima expresividad
posible de la viña.
La zona de vinificación y bodega la ubicó en la
parte inferior de la casa, por disponer de una mejor temperatura. Allí reposan
los tres vinos que conforman la gama actual de Masia de la Roqua, aunque su
sueño sería elaborar un vino de cada finca:
ULIVEL·LA: es el primer vino elaborado por la
bodega y es un joven monovarietal de xarel·lo. No obstante, ha empezado a
añadirle malvasía y quizá incremente progresivamente el peso de esta variedad
para darle más aroma. La crianza se realiza sobre lías durante unos ocho meses.
El xarel·lo procede de una viña de unos 50 años llamada La Riera, a la que le
da bastante sombra y que curiosamente se inunda cada 40 – 50 años.
REPTE: vino tinto monovarietal de sumoll que supone
todo un reto para Jot. Recordamos que está hecho con la uva de aquella viña que
su padre estuvo a punto de arrancar hace 15 años. Es una variedad de uva
autóctona de la que apenas quedan unas 90 hectáreas en toda Catalunya, con un grano
velado y con forma de huevo. Tiene una
muy alta acidez y tanicidad. Fermenta en barricas de castaño y algo en
inoxidable aunque este año ha optado por usar barricas de roble francés.
ROQUA: vino tinto vinificado al estilo de Burdeos
60% cabernet sauvignon y 40% garnacha negra. Realiza la fermentación y la
maloláctica en acero inoxidable y posteriormente está 9 meses en barricas de
roble y castaño.
Jot quiso obsequiarnos con una cata sensorial que
realizamos rodeados de bosque y con unas fantásticas vistas hacia la viña del
sumoll. Allí estuvimos probando sus vinos y charlando con él de su vida,
objetivos y trabajo en su bodega. De entre los diferentes comentarios y
reflexiones que hizo nos quedamos con el siguiente: “Vosotros disfrutad de los
vinos. Yo estoy en un sueño”.
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