¿Alguna
vez has bebido vino del Penedès? ¿Sabrías ubicar esta zona vitivinícola en el
mapa? Se encuentra en la provincia de Barcelona principalmente y en la parte
oeste de Tarragona. La DO Penedès ocupa más de 27.000 hectáreas y dispone de
una gran variedad de microclimas, lo que propicia que un vino hecho de una
misma variedad, como el xarel·lo, tenga matices diferentes según si procede de zonas
tan dispares como por ejemplo La Llacuna o el Garraf.
Más
de 150 son las bodegas que integran la DO Penedès. Muchas de ellas cuentan con
decenas de años de historia y siguen a día de hoy trabajando para mantenerse y
lanzando nuevos vinos al mercado. Otras han surgido en la nueva época dorada
que vive en los últimos años el Penedès, que buscan elaborar vinos con
personalidad y muy identificados con su terroir.
Es
el caso de Finca Viladellops, una bodega situada en pleno Garraf y muy próxima
al Castillo de Olérdola. Empezó la actividad vinícola a finales del s. XIX
elaborando vino a granel. En 1980 pasó a vender toda su uva a otros
elaboradores hasta que Marcelo Desvalls decidió apostar fuertemente por el
negocio familiar y en 1999 empezó la nueva andadura de Finca Viladellops.
El
nuevo proyecto vitivinícola se centraba en tres elementos muy importantes: la
variedad de uva, el terreno y el clima. Con el objetivo de elaborar vinos de
calidad 100% mediterráneos y un proyecto de viñedos con “seny” y futuro, contó
con el asesoramiento del gran José Luis Pérez, uno de los destacados
viticultores que relanzaron y llevaron al Priorat al reconocimiento mundial que
disfruta actualmente. Durante dos años se trabajó intensamente seleccionando
las mejores parcelas de terreno y las variedades autóctonas que mejor se
adaptaban a él, que fueron la garnacha, el xarel·lo y el syrah.
Su gran proximidad
con el mar Mediterráneo, que está a sólo 10 kilómetros en línea recta, otorga a
su xarel·lo una salinidad única y exótica. Los toques afrutados de sus vinos se
consiguen a partir de una producción por cepa limitada a 600 gramos de uva. Durante
diferentes momentos del ciclo de la vid, eliminan hojas y racimos que permitan
que la uva disfrute de una buena exposición solar y mejor aireación. Además,
entre las viñas emparradas, utilizan la cubierta vegetal que ayuda a que en
época de lluvias la capa superior de la tierra regule las existencias hídricas y
a la larga se mantengan los toques afrutados.
Utilizan varios
sistemas de emparrado entre los que destaca el sistema en aros, desarrollado
por José Luis Pérez y únicamente implantado en Mas Martinet y en FincaViladellops.
En la bodega,
guardan el vino en diferentes botas según la viña y la variedad, ya que pueden
tener diferentes reacciones dependiendo de su edad y geología. El uso de
barricas se justifica por la oxigenación que otorgan y por los taninos que aportan
al vino. Mayoritariamente utilizan roble francés, cuya sutileza ayuda a
redondear sus variedades mediterráneas de forma más suave.
La gama de FincaViladellops está formada por dos blancos y tres tintos, cuatro de los cuales
pudimos probar en la visita que hicimos a la bodega. Son vinos femeninos, en
los que buscan la fruta de la variedad y los matices de la zona. Y sobre todo…
disfrutar con ellos.
Xarel·lo: blanco
elaborado principalmente de xarel·lo, con predominancia de la fruta tropical
(pera, piña, melocotón) y de una fantástica salinidad.
Xarel·lo XXX:
blanco monovarietal de xarel·lo procedente de tres excelentes fincas de la
bodega. Parte de este coupage está integrado por el xarel·lo rosado, una
variedad muy poco conocida y de escasa producción. Es una joya de vino. Aromas
a hinojo y a pastelería. En boca es sumamente sedoso, envolvente, salino…
Finca Viladellops:
tinto con un coupage de 60% garnacha tinta y 40% syrah. Tiene también algo de
marselan. Aromas minerales muy característicos del suelo calizo de la zona y a
fruta madura.
Garnatxa: tinto
elaborado principalmente de garnacha tinta. En la visita probamos la añada 2013
que era pura chuchería y nata en nariz y con un color cereza muy intenso. En
boca requería unos meses de crianza botella aunque bastante disfrutable ya.
Te recomendamos la
visita a esta bodega, que se suele realizar los sábados, por varias razones: - El camino de acceso, que de repente te adentra en una zona arbolada, tranquila y te va preparando para el paraje donde llegarás en unos minutos.
- El entorno de la bodega que está rodeada de 500 hectáreas de bosque, olivos, almendros y viñas. Y todo esto maridado con el aire fresco y salino que llega del mar Mediterráneo.
- El pequeño pueblo de Viladellops cuyo origen se sitúa en el año 930.
- La gran explicación, detallada, sencilla y amable que realiza Hanna, haciéndote sentir muy cómodo durante la visita.
- Las vistas espectaculares que se divisan desde la sala de catas de la casa, que te invitan a la relajación y al disfrute del vino sentado en una de las sillas de la terraza.
Finca Viladellops es una de las
bodegas del Penedès que habrá que seguir de cerca en los próximos años por la
calidad, el respeto y la elegancia con la que elaboran sus vinos.
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