viernes, agosto 02, 2013

Saó del Coster, una pequeña gran bodega del Priorat

BY El rincón del paladar IN , , , No comments


El sábado por la tarde, después de la visita a Vall Llach y de la comida en La Cooperativa en Porrera, quedamos con Eva, de Saó del Coster para que nos mostrara las viñas y la bodega donde nacen los vinos de Fredi Torres.

 
Nos encontramos en la plaça de l’Esglèsia de Gratallops. Desde allí fuimos en coche hasta la viña La Pujada, rebautizada así después de que anteriormente la conociéramos como Canyarets. Allí Eva nos enseñó las dos variedades que hay plantadas, en dos hectáreas. Garnacha y Cariñena de viñas viejas, de unos 70 años y que Fredi ha recuperado con la intención de que un nuevo vino top vea la luz en el mercado (nos comentó que costará 120€).También vimos la caseta en la que dejan al burro con el que hacen los trabajos del campo, como a la antigua usanza.

Eva nos explicó el origen de la bodega, hace unos diez años, después de que Fredi dejara su carrera de DJ en Suiza para trabajar con René Barbier en Clos Mogador. Desde entonces viene su obsesión por recuperar vides viejas prácticamente abandonadas, que tratan aplicando procedimientos de biodinámica en todos sus procesos e incluso pudimos comprobar que en la falda de la montaña tenían compostaje para fertilizar La Pujada.



Volvimos a Gratallops, donde tienen la bodega Saó del Coster, justo pared con pared con la casa de Fredi. Allí nos mostró las magníficas vistas que tienen a todo el valle del pueblo, el pequeño huerto ecológico que ha instalado en esa balconada y la primera fase del proceso de vinificación: la recepción de la uva, mesa de selección y suelos agujereados por donde (gracias a la gravedad) pasarán las bayas a las tinas de fermentación en la planta baja. Esta planta baja está perfectamente acondicionada, con bastante inoxidable y una gran tina de roble donde fermentan sus vinos de mayor producción. Y además de todo ello, es el lugar donde hicimos la cata rodeados de un ambiente acogedor y con pósters de películas emblemáticas, como Desayuno con Diamantes de la emblemática Audrey Hepburn. Ya en un tercer nivel tienen las barricas, la llenadora y la embotelladora. También es el lugar donde etiquetan cada una de las botellas a mano.

Ya acompañados también por Fredi nos dispusimos a catar sus vinos. Valoramos mucho que nos dejaran probar muestras de vinos experimentales que de otra forma sería difícil degustar, en lugar de limitarse a abrir alguna de las botellas que tenían a la venta:
X: un albariño muy correcto que pone las bases a un vino de mayor estatura. Es un proyecto personal de Fredi en Rías Baixas.
S: es el primer vino de la bodega, el de mayor producción (unas 20.000 botellas). Elaborado con Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Una parte está fermentado con el propio raspón.
Terram: probamos las añadas 2009 y 2006. El primero estaba un poco “duro” todavía pero el segundo era ya un caramelo, intenso, profundo. Se dejaba querer. Sus variedades principales son ya las autóctonas más una pequeña aportación de Syrah y Cabernet Sauvignon.
04 de Saó del Coster: el propio Fredi reconoció que, siendo su primer vino, se trata de una aplicación de lo aprendido en Mogador, antes de tomar su propio perfil años más tarde. Y efectivamente nos recordó al vino insignia de René Barbier. Perfil bastante clásico.

Nos sacó algún otro vino que no comercializa, pruebas para sus amistades, para sus cenas… Y una lástima no haber degustado el Planassos, un vino que afirma elaborarse con 100% de carinyena de una única finca.  Su limitada producción, unas 600 botellas lo hace agotarse casi antes de salir al mercado.

Con gran agradecimiento a su pasión y a la disponibilidad en un sábado por la tarde nos despedimos de Eva y Fredi, emplazados a volver en vendimia para prensar uva con nuestra propia tracción animal.

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