En un soleado sábado de junio fuimos a visitar la
bodega Parés Baltà situada en la población de Pacs del Penedès. Teníamos el
gusto de haber probado con anterioridad varios de sus vinos como Radix o
Hisenda Miret y queríamos conocer con detalle el proyecto de sus enólogas Marta
Casas y Maria Elena Jiménez.
Parés Baltà está digirida desde hace varias generaciones
por la familia Cusiné, integrada también por Maria Elena y Marta que están
casadas con Joan y Josep Cusiné. Es una bodega familiar que combina la
tradición y sus años de historia con la modernidad y la juventud de los
miembros de la 3ª generación que dirige la bodega y elabora la actual gama de
vinos y cavas.
Tuvimos el placer de compartir tiempo y
conversaciones con la enóloga Marta Casas, la persona que nos hizo la visita. Toda
una experiencia que duró más de cuatro horas y que fue multisensorial.
Disfrutamos con la vista de varias de las cinco fincas de viña que poseen por
el Penedès y su fantástico paisaje. Con el oído, el silencio del paseo por los
bosques que rodean varias de las viñas y la interesante explicación de Marta
sobre la bodega, su trabajo, experiencias personales y su filosofía de vida. Con
el olfato, el aroma de las plantas mediterráneas que crecen entre las montañas
y el olor a humedad tan característico de la zona donde reposan bajo tierra sus
vinos y cavas. Con el gusto, cada uno de los vinos y cavas que degustamos durante
toda la visita. Con el tacto, la tierra y las hierbas que crecen entre las
viñas.
Desde el año 2013 posee el certificado Demeter,
otorgado a aquellas bodegas que cultivan de forma biodinámica sus viñas y que
cumplen los requisitos establecidos para obtener dicha distinción. De hecho, es
muy importante para Parés Baltà que todos sus trabajadores entiendan y
compartan esta filosofía. Por ello, desde hace varios años desde la dirección, trabajadores
de bodega y del campo como enólogas están formándose en esta forma de cultivar
la tierra. Según comenta Marta, la biodinámica busca que haya vida, energía
vital. Todo suma y ayuda para que exista equilibrio: el bosque que rodea las
viñas, el pastoreo de ovejas, la
convivencia y respeto por las aves de la zona, las plantas que crecen entre las
viñas, etc.
Parés Baltà quería sumarse a la moda actual de
elaborar vinos en ánforas y contactó con el ceramista de Font-Rubí Joan Carles
Llarch. Éste tenía conocimiento que entre los bosques que pertenecen a la
bodega, en la zona de Torrelles de Foix, quedan ciertos restos de hornos
ibéricos. Por ello, estuvo buscando varias vetas hasta que encontró una, de la
que extrajo 1.000 quilos de arcilla. Con ella creó dos ánforas que, junto con
otras dos que hay en la bodega de arcilla comercial, han usado para elaborar
1.300 botellas de un xarel·lo experimental.
Grande fue la generosidad de Marta ofreciéndonos
los siguientes 6 vinos y 2 cavas, entre las catas que hicimos al aire libre en
el mirador de Santa Maria del Foix y en la sala de degustación de la bodega:
Ginesta 2013: monovarietal de gewürztraminer,
untuoso, buena acidez y aromas cítricos.
Calclari 2013: monovarietal de xarel·lo,
equilibrado, buena acidez y notas de plátano.
Còsmic 2013: nuevo xarel·lo con un toque sauvignon
blanc. Un vino joven con aromas a frutas blancas, algo cítrico, buena acidez y
cremoso en boca por la realización del batonaige, cuyas uvas proceden de la
viña ubicada a 690 metros de altura en Torrelles de Foix. El contraste térmico que
se produce durante el día junto con el aire fresco de la zona es ideal para mantener
una buena variedad de aromas. Además, antes de salir al mercado ha conseguido
el premio al mejor vino blanco joven del concurso de vinos de Calidad de la DO
Penedès.
Radix 2013: monovarietal de syrah con un intenso
color cereza. Muy aromático, con multitud de fruta roja y negra. En boca es muy
intenso, largo y con una acidez muy equilibrada. Es uno de los rosados que más
nos gusta.
Mas Irene 2010: tinto elaborado con las variedades
merlot y cabernet franc. Vino de color intenso, sabores a frutas del bosque,
especies y toques tostado de la madera, tiene alta estructura y un largo
post-gusto. Como curiosidad, este vino se llamaba antiguamente “ Pujols de
muntanya” y en el año 1998 se cambió de nombre para expresar el giro que se
quería dar al vino.
Gratavinum 2πr 2009: tinto elaborado en el Priorat
con las variedades garnacha, cariñena, cabernet sauvignon y syrah. Mineralidad
en nariz y en boca, propia de la zona, fruta roja, hierbas aromáticas y un
toque tostado de las botas. Buen volumen y acidez en boca.
Blanca Cusiné 2009: cava elaborado con las
variedades pinot noir y chardonnay. Muy fino, sutil, elegante, mantiene
bastante el carbónico, cremoso en boca.
Rosa Cusiné 2010: cava monovarietal de garnacha.
Color rosado sutil, en nariz es más fresco y en boca es más rústico.
Parés Baltà es una de las bodegas de referencia del Penedès y será muy interesante seguir su evolución, toda vez que han definido un perfil propio que está atrayendo gran número de consumidores. Seguro que Maria Elena y Marta están pensando en proyectos que ayudarán sin duda a mejorar todavía más la alta calidad de sus vinos y cavas.
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