¿Te gusta disfrutar del vino y vivir experiencias
enosensoriales? ¿Te gustaría tener la oportunidad de probar una amplia variedad
de vinos sin que eso suponga una ruina para tu bolsillo? Pues resérvate para el
próximo año el primer fin de semana de mayo y asistir a las múltiples
actividades que se organizan en el Priorat con motivo de la Fira del Vi de
Falset. Puede que si lees algún programa de esta feria del vino te emociones al
ver tantas actividades y quieras ir a todas. Si es así, ¡felicidades! Ahora
bien, mejor tómatelo con calma y acude a una o dos actividades en el día. ¡Tus
papilas gustativas lo agradecerán!
Alguna otra vez hemos comentado que la Fira del Vi
de Falset ofrece multitud de eventos a los que asistir y por ende un sinfín de
vinos a probar. Para todos los bolsillos y para todos los gustos. Desde la
propia Fira en el carrer Miquel Barceló de Falset, pasando por catas paralelas
celebradas en los diversos pueblos e incluso algún acontecimiento en
restaurantes como El Celler de l’Aspic. Pero esta gran variedad hace que en
ocasiones se lleguen a solapar, obligándote a decidir qué visitar y a tomártelo
con calma.
Nosotros, este año asistimos el viernes por la
noche al Tast de Carinyenes, según explicamos en el post Sexta Edición Tast de Carinyenes de Porrera: un soplo de frescura. El sábado, a
tres catas programadas, y el lunes a la cata de profesionales. La consecuencia
de esta intensa actividad fue un parón el domingo para descansar y recuperar
fuerzas!
Empezamos el sábado por la mañana acudiendo al Tast amb Dones. Es una iniciativa muy
bonita que pretende enaltecer y situar en el lugar que merecen las mujeres
elaboradoras de productos de la tierra prioratina. La mayoría de ellas eran
enólogas aunque también había elaboradas de aceite, miel, mermeladas y cosmética
natural. Era la primera vez que íbamos a esta cata y nos gustó por varios
motivos: la ubicación, que fue en el coqueto y muy bien cuidado jardín del
restaurante Les Figueres de Gratallops; la hora de la celebración, que al ser
por la mañana te da tiempo de disfrutar con calma de los vinos, comer y coger
fuerzas para las actividades de la tarde; el contacto directo y las charlas con
las 17 mujeres que integraban esta edición y que son las que “paren” y miman
sus productos como si fueran sus hijos. Además, es una de las catas con un precio
más asequible (18€ anticipadas y 20€ en taquilla). Este menor importe se nota
por ejemplo en que si quieres picar algo de comida tienes que comprarlo en un
mini stand preparado a tal efecto y también que al abandonar el evento debes
entregar la copa previamente facilitada.
Por la tarde, volvimos a Gratallops para asistir a
la 8ª edición del Tast amb Llops.
Con la entrada recibes una copa y un cuaderno para apuntar las notas de cata,
así como disposición de un catering elaborado por el hotel Cal Llop y música en
directo. Este año hubo 10 bodegas del pueblo y 6 invitadas de las regiones de
Catalunya, Galicia y Francia, que dieron a probar las añadas 2011 y 2012. Si
dispones relativamente de poco tiempo (2 horas como nos sucedió) es complicado
probar todos los vinos. La visita de los stands es algo lenta porque cada
bodega lleva varios vinos y es de agradecer que hagan una explicación en cada
uno de ellos. Además, hay bodegas como Clos Mogador, Álvaro Palacios, etc., que
son altamente visitadas por su renombre y destacada calidad. Si durante la
velada quieres comer algo, te aconsejamos que te ubiques cerca de la puerta del
hotel Cal Llop o en las esquinas del recinto, situado en la plaça de Dalt y que
tiene forma de “L”. Son zonas menos concentradas de público y por donde
habitualmente se empieza a servir.
A las ocho de la noche nos desplazamos de
Gratallops a Marçà disfrutando de bellos atardeceres que bañaban las viñas de
tonos anaranjados y dorados, que nada tienen que envidiar a los parajes de la
Toscana. Nuestro destino era el Videnit.
Si quieres asistir a una cata elegante, en un entorno único, con zonas amplias
tanto para la bodega como para el visitante, con vinos de alta calidad y
degustar un catering de nivel, esta es tu cita imprescindible. En esta edición,
hubo 19 bodegas, principalmente de la DOQ Priorat y también de la DO Montsant
siendo el Barbara Forés de la DO Terra Alta la bodega invitada. Algunas de
ellas son ya habituales año tras año, como Alvaro Palacios, Vinyes Domènech,
Sara i René Viticultors, Dosterras, etc., y otras como Cal Pla, Joan Simó y
Vall Llach, por ejemplo, era la primera vez que participaban. La idea del
catering era muy buena pero de difícil ejecución. Este año tenías que conservar
el plato y el cubierto para la comida y la copa para el vino. Eran platos de
ensaladas personalizadas al gusto del consumidor, brochetas de carne con
chocolate, albóndigas y sushi. Si querías comer era mejor dejar la copa en algún
sitio o a alguien para ir a coger el plato con las dos manos. ¡Y al revés! Así
que nos hicieron trabajar un poco y mantener las manos ocupadas. Salvo este
inconveniente, la velada fue muy bien. Buena música de jazz, noche agradable en
la intemperie, grandes vinos y con ganas de repetir el año que viene.
El sábado fue una jornada intensa, como has leído.
Probamos bastantes vinos de los cuales nos llevamos un grato recuerdo. Y
especialmente, de los siguientes:
Lo Coster Blanc 2012 de Sangenís i Vaqué. Almendra
verde, flores blancas, madera bien integrada.
Nus de Mas d’en Gil. Dulce de Garnacha Negra, con
mucha concentración.
Arbossar 2011 de Terroir al Límit. Mucha finura,
mucha fruta de una Carinyena de solana.
Dofí 2012 de Álvaro Palacios. Finura etérea en la
máxima expresión de la elegancia que puede desplegar el Priorat.
La Vinya del Vuit 2009 de Sara i René Viticultors.
Carinyena de viña vieja de una complejidad difícil de igualar.
Planots 2008 de Cal Pla. Carinyena y garnacha de
Mas d’en Caçador. La gran sorpresa de la noche, uniendo mucha estructura,
potencia y elegancia.
Somni 2012 de Alfredo Arribas. Cacao, pimienta,
mucho volumen. Cada vez más grande.
Porrera 2010 de Vall Llach. Bastante mejor que
2009. Balsámicos, frescura, más elegancia.
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